domingo, 12 de febrero de 2017

Supervivencia

Me agarro fuerte para no caer. Me resbalo, pero insisto. Es superviviencia. Arrastro la vida y sobrevivo. Una y otra vez. Mantengo el equilibrio un momento y me da tiempo a pensar. ¿Por qué me agarro? Creo que por no romper la tradición. Si lo piensas, la vida no tiene sentido a largo plazo. Por lo menos no lo tiene esta supervivencia. Y la mantengo. No sé por qué la mantengo. Ninguna de las muchas cosas que tengo compensan el vacío y el sinsentido. Todo es superficial, todo es apariencia. Un papel. Llevo tanto tiempo interpretándolo que a veces hasta me lo creo. Pasan las horas, los días, semanas, meses... Nada cambia. ¿Me agarro?

miércoles, 8 de febrero de 2017

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Soy un tormento tras otro, soy todo inseguridades. Tengo mil defectos y los repaso cada segundo. Sólo espero que no los hayas visto. Soy tan de poner el amor por encima de mí misma y descuidarme. De perder una tarde por pensar en situaciones que nunca han existido. De hacer de tus ojos algo que observar durante horas y esperar que me devuelvas la mirada. De acabar agachando la cabeza. Tanto que decir y tanto callo. Siempre queda todo en mi cabeza. Me ahorro planteamientos. Sé que no quiero oír respuesta. Arrastro mis pensamientos y pesan toneladas. Me avergüenzo de tantos. No quiero dejarme caer en ellos. No quiero dejarlos caer sobre ti.

Quiero poder darte todo lo que buscas, todo lo que necesitas. Quiero ser suficiente. Aún te siento una habitación cerrada y soy de esperar la vida entera si hace falta para entrar. Trato de leer tu mente, pero no me encuentro en ella. Me pregunto si tú me has encontrado. No imaginas cuánto quiero salir de mí misma y ver el mundo desde arriba. Lejos de mí. Lejos de Marta. Tal vez así pueda comprender. Comprenderte. Comprenderme. Comprender a Marta. Tal vez pueda dejar de tener miedo. Pero se me vuelven a atragantar las palabras.

Break out the L word.